Después de descansar el domingo de el viaje a Milán, el lunes que era también fiesta, nos fuimos a Venecia.
Como el anterior viaje, llegamos por los pelos a la estación, y visto lo de Milán, mas gente se atrevió a ir sin billete, este viaje era menos de una hora así que mas o menos bien, por lo menos el pica no paso.
Fue llegar allí y avalancha humana, un montón de gente que había salido de la estación intentando pasar por el puente cercano para entrar en lo que es la ciudad propiamente dicha, así que con esa marea humana tan desalentadora, decidimos dar un super rodeo y entrar por otro sitio a Venecia, que con suerte era por el mismo sitio por el que yo había entrado hace 4 años.
Esta vez teníamos el mapa, que yo inteligentemente había llevado, pero que no nos sirvió de nada, porque a mi me lo quitaron, y el que lo llevaba no se si por divertirse o que, pero nos hizo dar un montón de vueltas. Ivamos todo el rato intentando encontrar el Ponte Rialto, pero no dábamos con el, de todas formas a mi me dio igual, vimos sitios muy interesantes gracias a que nos perdimos, según mi punto de vista, cuando me pierdo es cuando mas disfruto, porque encuentro los lugares mas bonitos, los que no son turísticos, los que no están desvirtuados porque va tanto turista que están todos dedicados a ellos.
Una curiosidad muy interesante y que me sorprendió bastante es que los números de las casas van todos correlativos, aunque no sabría decir en que orden, llegue a ver un portal con el numero 5000 y pico, lo que mas me llama la atención es que, como se las arreglaran los carteros a repartir las cartas en Venecia?? porque para encontrar un numero...
Comimos en un embarcadero muy bonito y desierto.
Cuando por fin llegamos al puente, nos sentamos al borde del agua y disfrutamos de la brisa y el sol que nos daba en la cara.
Como el anterior viaje, llegamos por los pelos a la estación, y visto lo de Milán, mas gente se atrevió a ir sin billete, este viaje era menos de una hora así que mas o menos bien, por lo menos el pica no paso.
Fue llegar allí y avalancha humana, un montón de gente que había salido de la estación intentando pasar por el puente cercano para entrar en lo que es la ciudad propiamente dicha, así que con esa marea humana tan desalentadora, decidimos dar un super rodeo y entrar por otro sitio a Venecia, que con suerte era por el mismo sitio por el que yo había entrado hace 4 años.
Esta vez teníamos el mapa, que yo inteligentemente había llevado, pero que no nos sirvió de nada, porque a mi me lo quitaron, y el que lo llevaba no se si por divertirse o que, pero nos hizo dar un montón de vueltas. Ivamos todo el rato intentando encontrar el Ponte Rialto, pero no dábamos con el, de todas formas a mi me dio igual, vimos sitios muy interesantes gracias a que nos perdimos, según mi punto de vista, cuando me pierdo es cuando mas disfruto, porque encuentro los lugares mas bonitos, los que no son turísticos, los que no están desvirtuados porque va tanto turista que están todos dedicados a ellos.
Una curiosidad muy interesante y que me sorprendió bastante es que los números de las casas van todos correlativos, aunque no sabría decir en que orden, llegue a ver un portal con el numero 5000 y pico, lo que mas me llama la atención es que, como se las arreglaran los carteros a repartir las cartas en Venecia?? porque para encontrar un numero...
Comimos en un embarcadero muy bonito y desierto.
Cuando por fin llegamos al puente, nos sentamos al borde del agua y disfrutamos de la brisa y el sol que nos daba en la cara.
Como no, a la vuelta corriendo como descosidos porque perdíamos el tren, así que no se como, llegamos bien sin perdernos, pero por los pelos tarde, así que nos toco esperar una hora.
Todos muy responsables con nuestro billete en el bolsillo, sin picar, llegamos a Vicenza otra vez agotados, o por lo menos yo si.
envidiaaaaaaaaaaa
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